Recién pasado el telón de acero

Días de Vodka

Hola amigo de lo desconocido, escribo hoy mi primera entrada de las muchas que habrán de venir desde Varsovia, empezando por una disculpa, por mi imperdonable tardanza debido a que no tengo internet en la resi (en teoría si pero poquito a poco) y a que tampoco he dedicado la mayor parte de mi tiempo a conseguirlo.
Ya llevo una semana completa en este país que me resulta a la vez extraño y hostil (y frío), supongo que podría definirse como la típica primera semana de un estudiante erasmus, conocer extranjeros (tampoco muchos por que en realidad en varsovia hay más valencianos que polacos), beber cervezas (medio litro por un par de euros), probar el vodka a chupitos (bastante menos traumático de lo esperado) tomarme unas 8 couldinas, salir todos los días, hacer una barbacoa erasmus (el concepto de barbacoa es bastante distinto al español de piscinita y sangría y tiene más que ver con enormes salchichas y sobrevivir en el bosque a temperaturas propias de un invierno antártico) y acercarme a la uni a hacer papeleos.
Poco que contar destacable en mi primera semana, comparto la habitación de mi resi con otros dos tipos (españoles) y una especie de sala común con otros tres (españoles), lo cual tampoco es extraño porque la resi está llena de españoles (entre ellos unos gaditanos que son cuatro pero, de hecho, cunden como 40).
En cuanto al tiempo sólo decir que estamos a principios de Octubre pero la temperatura es la propia de un mal Enero madrileño, uno de esos Eneros en que empiezas a cagarte en esos mentirosos del calentamiento global y sustituyes los botellones por partidas de backgamon al calor de un braserito.
Poco más que contar para esta primera entrada, voy a volver a tumbarme un rato y disfrutar del sol (porque de hecho hoy, por primera vez, hace sol de verdad) no dejéis de visitar este pequeño guetto erasmus de la red para seguir al día de lo que les sucede a nuestros amigos del este!

Atentamente, Alfonso.