Las aventuras erasmusianas de un trío de puristas

sábado, 31 de enero de 2009

Así, si.

Días de Vodka

Hola amigo de lo desconocido, es un placer para mí escribir hoy para contar mi vuelta a la vida erasmus, condensada esta semana tras pasar la peor parte de las entregas (y que me está pasando factura ahora, ya que voy realmente agobiado para la última (que se supone que no habría problema…)) en fin, la historia de mi vida.
El caso es que tras la gran matada de curro que acabó el martes, decidí ese mismo día aprovechar la barra libre que hay en la planta baja de mi resi, y así fue…
En realidad el bar, que se llama Remmond (que debe significar algo así como “agujero”, “pozo”, “tugurio” o “bar de mierda”) (lo último no lo creo sinceramente, no sería una gran jugada de marketing al fin y al cabo…) no es gran cosa, pero después de lo que había pasado los últimos días a mí me pareció como el cumpleaños de Ronaldo.
Fue una de esas noches de la erasmus en las que por algún extraño motivo sales con una caterba de extranjeros (Francia, Italia, Bélgica, Austria, Polonia…) por lo que tienes que hablar inglés, lo cual tras varias cervezas deriva en conversación en que acabas diciendo “What?” una y otra vez…
El miércoles volvía Park (la meca de las barras libres) es el bar por excelencia, una vez más lleno de españoles y con un montón de cerveza para alegrar el reencuentro, por si fuera poco alguien celebraba su cumpleaños lo cual aumenta peligrosamente la probabilidad de ser invitado a cosas a las que no te puedes negar y que pueden hacer que tus huesos acaben en el baño…
Hay que reconocer que fue una vuelta a lo grande, por primera vez desde que empecé mi erasmus un nutrido grupo de polacos me comentaron mi asombroso parecido con Gennaro Gattuso (ya había durado bastante la racha), lo que derivó, como os podréis imaginar, en hacerme fotos con ellos, departir sobre mi ajetreada vida en milán, el bajo estado de forma de Ronaldinho y lo difícil de mantener mi vida privada en un segundo plano ante los medios de comunicación (al fin y al cabo, yo me debo a mi público).
Tras la barra libre (y unos cuantos chupitos que no debí beber) completamos la noche con otra cosa típica, ir a tomar un kebab antes de dormir (yo en realidad, más que comerme el kebab, ingiero unos pedazos de carne y esparzo la salsa por la ropa que lleve puesta).
Lo que ya no es tan típico es que, al cruzar un semáforo en rojo (algo que hago bastante a menudo) un coche de policía con la sirena puesta y todo nos pare en la calle, nos pida los carnets y nos diga que tenemos que pagarles 100 zlotys cada uno de multa.
Tras intentar convencerles de que no nos planteábamos pagarles 100 zlotys (que probablemente querrían quedarse para drogas o algo por el estilo) un compañero les dijo en un inglés macarrónico (y completamente fingido, ya que se trata de alguien bilingüe) acerca de cruzar en rojo en España “In Spain is bad, police comes and say it is bad, but no money”.
El policía nos miraba con cara de póker y nosotros tratábamos de contener la risa, mientras enseñábamos nuestras carteras vacías…
Finalmente nos dijo que nos podíamos ir, lo cuál hizo que esto quedara en anécdota…
Tras esto he dedicado gran parte de mi tiempo a jugar a un juego de ordenador con mis compañeros de habitación y a perder el tiempo en general, lo cual ha provocado inevitablemente que hoy tenga que ponerme las pilas y currar como hace una semana…
“-Has acabado ya el cuatrimestre?
-Bueno… En realidad estoy en una especie de paréntesis…”

Atentamente, Alfonso.

PD Están cerrando comercios y bares, las mujeres no pueden ya salir solas a la calle a partir de cierta hora, se ha expandido el rumor de que en poco más de una semana se va a liar muy muy muy parda en esta ciudad…
PDD Se agradece la llamada nocturna de amistad (Cayetano, Mike y Pezons, sois grandes)
PDDD Puristas imparables! Auh! Auh! Auh!

viernes, 30 de enero de 2009

17 días (+3) parte II

Días de Champagne







Éste es un de los carteles que había en una entrada de la residencia de Toulouse... no creo que haga falta que os traduzca nada


Pues ya en Grenoble, ese primer fin de semana tampoco hice mucho... andaba cansadete de mi road trip particular pero ya esa semana empezaron a makinarse planes maléficos. Una de la primeras cosas que hice fue por supuesto irme a esquiar a sept laux. La verdad es que ya le voy cogiendo el tranquillo a ésto del snow chavales, contando con la del miércoles pasado ya he ido 5 veces y ya mi culo empieza a resentirse algo menos, aunque eso si, cuando me caigo me peeeego unas leches que flipa todo el mundo!!
Y volviendo a la primera semana, ese primer viernes llegó una de las fiestas donde más la liamos aquí, las que son en una discoteca llamada Sono. Creo que ya había hablado de éste gran lugar en algun post anterior, y creo que ya os había comentado que no es que se lie parda porque garito sea bueno (de hecho, creo que no entra ni en la categoría de ''antro''), ni por la música ( de hecho normamente estamos fuera bebiendo ya que no se puede entrar dentro con la bebida) sino porque es barra libre por 11€ y va todo el mundo super cachondo!!!! Creo que va a ser mejor que os metáis en éste link donde podréis imaginaros de lejos lo que implica una fiesta en Sono: http://esquiso.wordpress.com/

Típica ronda que nos pedimos en el Sono de 8 vasos para dos personas


La verdad es que incluso yo me lie con una chica esa noche, una chica española detras de la cual anduve un tiempo al principio del eramus y cuyo nombre voy a conservar en secreto ya que suficiente ha tenido ella con no acordarse de nada al dia siguiente. Y no os penséis que me aproveché de ella, estuvimos hablando mucísimo tiempo y tardamos como una hora andando para volver a la resi, asi que pensé que no iba muy borracha!!! Imagiaos que cara se me quedó al dia siguiente cuando me dijo que no se acordaba de nada!! juasjuas

Y nada, después de tirarnos como una semana el pintón ( el del otro blog) y yo recopliando historias del sono , las cosas volvieron mas o menos a su cauce. Que si haciendo snow, que si de fiesta un martes, que si alguna clase que otra (sí, ya he empezado el segundo cuatrimestre, aunque hoy me ha dicho la perra de relaciones internacionales que dos asignaturas que había pillado no existen.. putos gabachos!!!)


A tope con mi Morrow!!! (vaya culito mas majo que tengo en la foto)






Y poco más gente, ya he arreglado la bici que me robo un colega cuando vinieron bogs y su y que desde entonces había estado en mi cuarto, la chica que la que me lie intenta evitarme y como ya muchos sabéis, nos vamos a ir en febrero bogus, carlos y pezones a ver a fons a varsovia... seguramente hagamos un post conjunto si los chupitos de vodka nos dan algún respiro.

Así son las cosas y así os la he contado.
Un abrazooooo
pd: espero que éste post sea más de tu agrado bogs jeje
pdd: que se jodan los lokos!! arriba puros!!

martes, 27 de enero de 2009

17 días parte I

Días de Champagne
Hola, hola, hola coleguillas!
Sobre el título,no , no se trata de la típica peli de amor en la que se casan a los 17 días y no, no es la precuela de la peli de 18 días Después, se trata simplemente de los días que llevo aquí en el 2009, y créeme cuando digo que han dado de sí. Y sí, puede que no me consideres merecedor de pertenecer a éste blog porque todavía no haya tomado champagne aqui, peor creéme cuando te digo que he tomado otras bebidas autóctonas como puede ser el pastisse, que básicamente en un anis que se toma ocn un poquillo de agua y con una gradación de 45º así que imagína para lo que da eso...
Bueno, como diría Jack el Destripador, vamos por partes. Primero os habalré de mi viaje a Grenoble en tres días. El primer día llegué a BIlbao (anque pensaba que me iba a queda el BUrgos porque hacía un tiempo del carajo). Y allí muy bien, que si de pinchitos, que si luego comiendo en un italiano, que de minis en un bar con una ikurriña en el que te servían el cali unos peruanos... Al día siguiente amanecimos , quedamos Asier y yo a comer con Arantxa y tras comer en el sitio más pijo de Bilbao (aunque estaba en medio del monte) nos pusimos rumbo Francia. Ibamos animados y la idea del ir del tirón a Grenoble se iba formando (además mi coche iba como un tiro) pero como a las 7 o x allí, nos emepzó a llover cerca de Toulouse y como ya había hablado con un colega del King's que estaba estudiando allí, decidimos ir a dormir. Él ya me había comentado que era una residencia militar, pero hasta que no llegamos ala entrada de la residencia, con una barrera y un puesto de militares al lado no me lo creí, "su pasa como si vinieses aquí todos los días" me dice Miguel, mi colega del King'sm y asi lo hacemos con mi coche lleno de bartulos por todos lados. Nada más entrar lo que vimos fue un MIG-29 de adorno, resulta que ésta residencia es solo para ingenieros aeronáuticos y no tiene ni cocina (debe ser que no quieren los militares que los ingenieros se dediquen a cosas tan superfluas como comer y que sólo quieren que les diseñen misiles..)
Una vez más durmimos plácidamente ( gracias Miguel) y nos pusimos el sábado dia 10 a grenoble. ..
os dejo que tengo que hacer la compra... luego os cuento mas
asi son las cosas y asi os las he contado
un saludo

domingo, 25 de enero de 2009

La noche de los oportunos

Días de Vodka

Hola amigo de lo desconocido, hoy voy a hablarte, con total sinceridad, de lo que sucede cuando todo el mundo piensa algo que es cierto el 90% del tiempo y te encuentras agobiado y sin duchar en el 10% restante.
Todos sabemos que el principal atractivo de las becas erasmus es el, digamos, “régimen de volumen de trabajo aceptable” en el que se vive permanentemente, regado por bebidas alcohólicas varias y jalonado por resacas…
Esto es absolutamente cierto durante el 90% del tiempo, durante el cuál no hay problema en faltar a clase, emborracharte un lunes o despertarte en un lugar que no conoces.
Justo ahora me encuentro en el 10% restante, agobiado por las entregas y teniendo que currar en 2 semanas más de lo que he trabajado desde los exámenes de Septiembre y, evidentemente, son las 2 semanas que todo el mundo ha elegido para pasarlo bien.
Y no me refiero únicamente a la visita de dos amigos de mi compañero de habitación (que evidentemente se han pasado todo el día de fiesta) ni a los 2 amigos del otro compañero (que acaban de llegar y previsiblemente llevarán el mismo desarrollo que los anteriores), me refiero también a los nativos de este país.
Es frustrante que la gente del pasillo te invite a chupitos mientras estás currando como un loco un viernes por la noche…
Pero es mucho peor cuando a las 3 de la mañana decides ir a dormir para poder levantarte pronto, y te metes en las sábanas (puede que la cama esté sin hacer pero en ese momento te sientes como un sultán llegando a sus estancias privadas, con dos vírgenes masajeándole los pies y otras dos tocando una hermosa melodía).
Lamentablemente se interrumpió la melodía de las vírgenes en el momento en que los vecinos de arriba (mal chupito de vodka se los lleve) decidieron poner bacalao (o eso, o compraron martillos pilones para golpear rítmicamente las paredes y el suelo de su habitación)…
El momento en el que lo que te molesta no es la música sino los cristales reverberando es en el que te planteas subir (en pijama, despeinado y con cara de pocos amigos) a decirles que si quieren montar una discoteca se vayan a Ibiza y te dejen en paz.
Afortunadamente no hizo falta, una pelea dio al traste con la fiesta y me permitió dormir como un angelito (y ahora que alguien me diga que la violencia no soluciona nada, ja!)
Así que aquí sigo, currando como un animal, con la barba como único parecido con la vida de un sultán y deseando que llegue el martes para desatar mi venganza.
Y será terrible, os lo aseguro.

Atentamente, Alfonso.
PD Esto parece que ya se ha convertido definitivamente en el rincón ilustrado de Alfonso II
PDD Se acaba de dar una hostia un coche justo debajo de la resi, es lo más emocionante que me ha pasado desde que salí del aeropuerto de Charleroi
PDDD A ver cuando se termina la huelga de guionistas del blog de puristas que estoy ávido de crónica futbolística…

sábado, 17 de enero de 2009

Entre el estudio, el ascensor y las llamas.

Días de Vodka

Hola amigo de lo desconocido, escribo este post tras una semana aquí, semana que ha discurrido sin mayores sobresaltos. De hecho es la primera semana en la que he conseguido estar 3 días seguidos sin salir (una cosa es ser erasmus y otra que no haya que hacer nada de nada). Así que he tenido que dedicar gran parte del tiempo que llevo aquí a currar, nada destacable.
Pero por algún lado tenía que salir que somos erasmus, y ese lado salió a relucir anoche, coincidiendo con la celebración del cumpleaños de uno de los gaditanos.
La noche empezó como siempre empiezan las grandes noches “ná, yo me tomo un par de chupitos y me subo, que estoy bastante cansado”, al final (una vez más) no pude cumplir mi promesa…
Resulta que la residencia ha decidido (con gran inteligencia, todo sea dicho) empezar a poner cámaras de seguridad en las cocinas (que son comunes) pero como esto es Polonia de momento sólo han puesto la de la planta 1 (así que bastó con subir a la planta 2). Cuál fue nuestra sorpresa al descubrir que en la planta 2 había otro cumpleaños (de un polaco) y había una pequeña reunión de bebedores.
Contentos por la ausencia de cámara de seguridad en su cocina comenzó la fiesta, que se alargó algo más de lo debido, incluyendo manteos (los techos de la residencia miden unos 4 metros, pero el cumpleañero consiguió cargarse uno de los flexos empotrados en él, de una patada!) y decidimos coger el ascensor para bajar e irnos de bares.
Cierto es que éramos 7 en el ascensor, pero no es la vez que más gente he visto en uno… Aunque hay que reconocer que lo de saltar dentro no fue una buena idea, así que el ascensor se paró entre dos plantas, dejándonos solos y encerrados…
Mientras alguno gritaba “Calma joder! He dicho que os calméis! Estar tranquilos coño!” y otro miraba incrédulo el panel de botones oímos a gente bajar, por lo que decidimos gritar en todos los idiomas que conocíamos (español, inglés, portugués, polaco, gallego, albaceteño…) pidiendo ayuda.
Tuvimos suerte de que una española nos oyera y tras pedirnos que “no nos moviéramos mientras buscaba ayuda” volvimos a quedarnos esperando… Durante esta espera abrimos las puertas del ascensor a la fuerza, y luego la del piso, descubriendo que teníamos un hueco (de unos 30 centímetros de alto) para saltar. Pero pronto caímos en la cuenta de que si saltábamos mal caeríamos por el hueco del ascensor, provocando el inevitable espachurramiento contra el suelo.
En esta tesitura nos hallábamos cuando llegaron el resto de los borrachos (de la cocina antes mencionada), no resultó difícil ir saliendo uno a uno mientras los borrachos tiraban de nosotros, así que el incidente no fue a más.
Pero algo más tenía que interponerse entre nosotros y los bares, pues cuando llegamos a la recepción nos dijeron que se había declarado un incendio en el piso 6, salimos a la calle a esperar a los bomberos y entretuvimos el tiempo jugando a coger con la boca los copos de nieve que caían…
Los bomberos llegaron (fueron a la residencia de al lado y les costó un buen rato enterarse de que el fuego estaba en la nuestra) y nos encontraron esperándoles y animando, subimos con ellos (de hecho no subimos todos, porque uno de los asistentes fue malintencionadamente empujado en las escaleras, cayendo como un saco de patatas y partiéndose un diente en el proceso, suceso que le hizo vomitar (en la recepción delante del conserje, los bomberos, la policía y el técnico del ascensor, que acababa de llegar).
Cuando llegamos arriba (estaba lleno de humo) algunos pudieron cumplir su sueño y derribar la puerta de una habitación a patadas, una vez cayó la puerta se vio en nuestras caras al mismo tiempo alivio y decepción al encontrar a un polaco borracho y desnudo tumbado en su cama y un tostador con un trozo de pan carbonizado en su interior echando humo…
Tras despedirnos de los bomberos y con la satisfacción del deber cumplido al haber salvado la vida a un polaco, decidimos festejarlo haciendo una guerra de bolas de nieve a las puertas de la residencia.
La palabra “guerra” está perfectamente utilizada, pues la nieve se había congelado en gran parte por lo que lanzábamos no eran agradables copos que se deshacían al tocarte sino piedras de hielo capaz de dejarte inconsciente… Tras jugarnos la vida un rato decidí que la noche estaba completa y me subí con mi compañero de habitación a dormir.
De camino destrozó su móvil pero con la noche que habíamos tenido supongo que fue un mal menor…

Atentamente, Alfonso.

viernes, 9 de enero de 2009

Señora, le he dicho cien veces que yo no soy Tom Hanks

Días de Vodka:

Hola amigo de lo desconocido, permíteme en primer lugar desearte un feliz año 2009, espero que haya empezado felizmente y acabe todavía mejor, por mi parte, difícilmente este año podría haber entrado de peor manera.
El miércoles a las 14:30 horas me encontraba yo en barajas, una pequeña sonrisa se dibujaba en mi rostro ante la idea de volver a mi paraíso helado/residencia anual, a pesar de los pronósticos sobre el tiempo con temperaturas más cercanas a los 0 grados Kelvin que a los Celsius.
Subí en el avión sin problemas (ya que soy un ciudadano respetable por lo que nunca llevo champú ni un cortaúñas como esos malditos terroristas) y viajé en dirección al aeropuerto de Charleroi (cerca de Bruselas).
Pero entonces el piloto (comandante Tárrega o algo por el estilo) decidió que había mucha nieve en Charleroi y que mejor íbamos a Lille (por lo visto el piloto este estaba acostumbrado a viajar entre málaga y punta cana y claro, vio tres copos y le pudo la presión, gracias ryanair). El caso es que aterrizamos en la susodicha ciudad e hicimos los últimos kilómetros en autobús (Charleroi y Lille están bastante cerca, pero el autobusero tampoco es que fuera Fittipaldi) tardando un par de horas.
El retraso total ascendía a tres horas, así que llegué a Charleroi justo a tiempo de ver como el avión que debía dejarme a salvo en Varsovia se marchaba… Gracias Ryanair.
Hice lo típico de viajero despistado, de información a seguridad, de ahí a la ventanilla, vuelta a información y repetir el proceso hasta que los ruedines de la maleta se vuelvan cuadrados.
La mejor solución que me dieron fue que me esperara al siguiente vuelo que había a Varsovia (para el que quedaban unas 24 horas), así que reservé plaza y me dispuse a conocer mi nuevo hogar (supongo que ahora ya todo el mundo entenderá el porque del título de esta entrada).
El problema es que habían cancelado otros 2 vuelos (de nuevo, gracias Ryanair) por lo que el aeropuerto (de por sí no mucho más grande que una caja de cerillas) estaba bastante lleno, la gente se amontonaba entre cartones, hacinada, sin dormir del todo para evitar que les robaran las maletas, el frío había hecho que se encendieran contenedores para moderar la temperatura y la melancolía de una armónica sonaba de fondo.
Recorrí el aeropuerto en busca de un rincón para caerme muerto y de repente vi una silla libre, me lancé a ella como una meretriz sobre una langosta y la protegí con mi vida… Poco después descubrí que estaba libre por encontrarse justo ante una de las puertas del aeropuerto, que además estaba rota por lo que todo el tiempo estaba abriéndose y cerrándose, dejando entrar el viento glacial de la calle que acariciaba mi cara (era como ser acariciado apasionadamente por eduardo manostijeras.)
Pero al final no había ido tan mal, tenía sitio y aunque tenía que aguantar 24 horas tenía el ordenador y un par de libros. O lo tuve hasta que pasados 3 minutos de la película que me disponía a ver el ordenador se apagó por falta de batería… Me alegré a ver que tenía el ipod conmigo pero, evidentemente, también se quedó sin batería antes de llegar al estribillo del atrevete-te…
Pero entonces llegaron las buenas noticias, unos tipos con chalecos de la cruz roja se pusieron a repartir camastros para que la gente durmiera, todo sea dicho los camastros eran propios de un campo de refugiados sudanés y mantuvieron una relación complicada con mi burguesa espina dorsal. En cualquier caso tampoco fue un gran problema, pues me desperté al cabo de una hora, comprobando que mi camastro era el único que quedaba en el aeropuerto y una operaria con cara de pocos amigos pasaba a toda velocidad conduciendo una máquina para limpiar el suelo peligrosamente cerca de mi cabeza, con los ojos aún llenos de jabón devolví el camastro y salí a fumar.
El problema de fumar es que el aeropuerto no tiene zona de fumadores, por lo que había que salir a la calle, en la que había caído una buena nevada y se mantenía una agradable temperatura de -5 grados acompañada de un dulce y perfumado viento que hacía una experiencia realmente agradable pasear por allí. Cuanto frío tiene que hacer para que nieve en un país que está al nivel del mar? Supongo que eso significa que si te subes a un taburete se te forma un glaciar en el cogote (lo cual por otra parte explicaría la rapidez de pensamiento de las de información, la más bajita de las cuales debía medir 2,20 (y caminar con zancos!)).
Pasé el día en esos lugares que están entre el sueño ligero, la vigilia y el recién despertado que no sabe muy bien donde está… Así podréis entender que cuando he llegado a Varsovia, estando a -9 grados y con más nieve que en el cumpleaños de Maradona me he sentido como el naufrago que al fin ve un barco de pescadores.
Gracias Ryanair!

Atentamente, Alfonso.