Las aventuras erasmusianas de un trío de puristas

martes, 18 de noviembre de 2008

Viandas, provisiones, bienes... (Usos y costumbres II)

Días de Vodka.

Hola amigo de lo desconocido, es mi intención a lo largo de este post destacar uno de los puntos negativos de irte de erasmus siendo español, sobre todo un español apegado a la buena mesa.
Como introducción os hablaré un poco de la comida polaca, tenemos los famosísimos pierogi (que vienen a ser raviolis gigantes, rellenos habitualmente de carne y queso o patata), las habituales sopas (zupa, como lo llaman aquí, especialmente famosa la de remolacha) y los dulces polacos (de hecho la palabra “dulce” es una traducción pretenciosa y a menudo induce a error a la hora de imaginar el sabor de estos bollos).
Podríamos decir que para un español comer en Polonia es como para un polaco buscar rubias altas en España, esto es, puedes encontrar lo que buscas, pero el precio no compensa… Sabiendo esto y mi atracción feroz hacia los productos de precio reducido y calidad discutible os podéis hacer una idea de lo bien que me estoy alimentando.
Esta vida de ayuno y ascetismo terminó, exactamente el domingo pasado, con la visita de mis amados progenitores. He pasado una agradable semana de restaurantes (incluída una chocolatería cuyo nombre en polaco debía de significar “niño gordo de padres divorciados”) y además dejaron en mi poder una surtida variedad de embutidos ibéricos, queso curado y bombones (es decir, primer plato, segundo plato y postre).
“Qué exagerado!” Estarás pensando, sin duda, porque no has estado aquí. Existe una teoría desarrollada por un español, que me voy a apropiar y que creo que refleja bastante bien la realidad de la gastronomía polaca. “Esta gente coge la verdura del campo cuando está en su momento perfecto, luego la meten en barriles y cuando consiguen que ya esté mala de cojones, se la comen” la segunda parte de esta teoría se basa en los antes mencionados “Dulces”. “Lo que hacen es preparar un bollo para que tenga una pinta cojonuda, lo hornean, espolvorean con azúcar y lo glasean, y entonces como último paso de la preparación, lo rellenan de mierda”. Este extremo es, desde mi punto de vista, exagerado.
La mierda la ponen encima para hornearlo.

Atentamente, Alfonso.
PD He visto el 8-0! Vamos puristas!
PDD He titulado esta foto “El secreto está en la masa (nuestra harina tiene un 20% menos de zuruyos!)”

5 comentarios:

Unknown dijo...

a lo mejor a tu vuelta comienzas a valorar algunos manjares autóctonos de españa como pueden ser la oreja, los callos, berberechos e incluso las patatas bravas y/o alioli de cierto tugurio cercano a c.casal.
es una leccion dura xo hay q aprenderla solo: por muxo q t lo digan no t crees q los dulces polacos esten rellenos de mierda asta que los pruebas

PD. la cronica del glorioso 8-0 y demas sorpresas acontecidas el sabado en adelfas sera publicada o esta noche o mañana, durante algun momento libre en mi superapretada jornada de currante.

1 beso

Akuma dijo...

Tendrás que traer esas glorias de mierda horneadas.

PD: Cuando vaya recuerdame que vaya acompañado de cuantiosas latas de litoral...

Javi dijo...

Estoy deseando probar toda esa mierda

Anónimo dijo...

fon a1q no escriba a menudo sigo atentamente tus aventuras¡¡¡ siempre telepi tio....una barbacoa nunca falla¡¡¡

Anónimo dijo...

a mi la mierda me gusta
borja