Las aventuras erasmusianas de un trío de puristas

jueves, 12 de marzo de 2009

Viaje al este

Días de Vodka

Hola amigo de lo desconocido, vuelvo hoy tras una agotadora semana que ha paseado mis pies por 5 países distintos, con 5 idiomas distintos y el mismo clima asqueroso en todos ellos.
Resultaría imposible para mí describir lo vivido en los países del este (de más al este quiero decir) en este viaje que me ha llevado a velocidad de crucero por algunas de las ciudades más sorprendentes que he visitado en mi vida, así que me limitaré a comentar en líneas generales la impresión que me han causado y dejaré los detalles técnicos (tampoco pasé demasiado tiempo en cada país así que si algún Ucraniano, Ruso, Letón o Lituano lee este post, lo entiende y no coincide con mi opinión es libre de dejar un comentario a modo de corrección)(todo sea dicho, si mañana entro y veo un comentario de alguna de las nombradas nacionalidades me quedaría bastante sorprendido)(por favor, no hagáis el chiste de comentar como si fuerais de alguno de esos países).
Nuestro viaje comienza en Varsovia un Jueves a las 12 de la mañana y por lo tanto con una resaca brutal de park, como no podía ser de otra manera, nos falló en el último momento uno de los componentes del equipo así que al final fuimos 4.
Tras recoger nuestros pasaportes con el visado ruso puesto (un visado que guardaré como si fuera oro) corrimos hasta la estación donde cogimos un tren (coche-cama, tren-litera, que cada uno lo llame como quiera…) que en sólo 17 horas nos habría llevado hasta Kiev.
Sólo comentar un pequeño altercado en la frontera Polaco-Ucraniana donde un militar grandote y con cara de pocos amigos se empeñó en decirme que el del pasaporte no era yo, lo que provocó inevitablemente que tuviera que sacar todos los carnés de los que soy propietario (incluido el del club vips, aunque ése no sé si sirvió para algo) para continuar la marcha.
En Kiev y tras una pequeña odisea para encontrar el albergue donde un par de simpáticos tipos (probablemente una pareja gay) nos enseñaron nuestras camas (debería decir tablones con sábanas), nos fuimos a ver la ciudad, muy bonita (encontramos un mercadillo donde vendían un casco de las ss, pero no era plan de ir cargándolo cuando entráramos en Rusia).
De Ucrania podríamos decir que es como una Polonia más polaca, el lenguaje incomprensible lo es aún más (y escrito en cirílico para completar la faena) las cosas son más baratas, las mujeres más rubias y los hombres más alcohólicos… Como en casa vamos.
Salimos de Kiev la noche siguiente rumbo a Moscú, esta vez sin problemas en la frontera (los soldados rusos son más serios) y llegamos a la capital soviética a las 7 de la mañana (una hora terrible) para descubrir que nuestro albergue era el elegido por parte de los mendigos de la ciudad (la parte que prefiere una cama sucia a quedarse tumbado cerca de la salida de aire de alguna línea de metro).
Pero tras el bajón del albergue recorrimos las calles moscovitas en busca de la plaza roja, no tardamos en encontrarla y en ella el mausoleo de Lenin, donde se halla momificado…
A pesar de que era la hora de abrir y de que estábamos en la puerta allí no se movía nadie y empezamos a temernos lo peor, así que preguntamos a un guardia que nos confirmó la peor de las sospechas cuando nos dijo que el mausoleo se encontraba en restauración y que el malqueda de Lenin ni siquiera se iba a levantar a decir aquello de “Aplastar el capitalismo!” Que es a lo que habíamos venido…
Cabizbajos y decepcionados la gran Moscú no tardó en recompensarnos con una manifestación de amantes del comunismo frente a la estatua de Marx, con sus banderas rojas con la hoz y el martillo y todo… Precioso…
Sobre Moscú sólo se puede decir que es una capital soviética con grandes monumentos soviéticos a héroes soviéticos, y que no es tan cara como dicen (el metro 50 céntimos, el menú big mac 3 euros y pico…)(Sí, fuimos a un Mc donald´s no al de la plaza roja porque allí había más gente que en el funeral de Estalin pero a otro cercano y si, tenía las letras en cirílico).
Abandonamos Moscú con el convencimiento de volver algún día y habiendo tachado ya unas cuantas cosas de la lista de cosas que hacer antes de morir.
Lo primero que puedo decir acerca de la llegada a San Petersburgo es que descubrimos con horror (una vez teníamos comprados los billetes a Riga) que desde Riga no existían trenes a Varsovia y los autobuses tenían un horario irregular y caprichoso… Con ese punto de emoción para el viaje (ya que era imperativo llegar el viernes a Varsovia) salimos a conocer la ciudad.
Dicen que San Petersburgo es la ciudad más bonita de Rusia y no decepcionó, aunque el frío empezaba a ser doloroso.
Poco que ver con Moscú y mucho con París en la ciudad donde más metros de río helado he visto en mi vida, mi trancazo empezaba a ir a peor por lo que las últimas horas en San Petersburgo las recuerdo de forma velada.
Para ir a Riga habíamos conseguido billetes de tercera clase, en un tren que se movía (En todas direcciones! Cómo es eso posible?! No se supone que estos cacharros van por vías?!) El viaje fue una auténtica aventura porque para completar el cocktail me había situado en la litera superior (en realidad era un tablón forrado de cuero un cuero que, por cierto olía raro, como a ruso rancio).
Sorprendentemente llegué vivo a Riga, decidimos allí dar un paseo por la ciudad en dirección a la estación de autobuses y coger billetes para alguno que saliera por la tarde, para ver un poco la ciudad y disparar un ak-47.
Cuando preguntamos en la ventanilla nos dijeron que el próximo autobús a Varsovia salía en 15 minutos y si no lo cogíamos teníamos que esperar 2 días al siguiente… Compramos los billetes y disfrutamos de otras 13 horas de viaje.
Pasé el viaje entre durmiendo, dormido e intentando dormir, así que no recuerdo demasiado, sólo que nos bajamos del autobús en Kaunas para poder decir que habíamos pisado Lituania.
Y este es el resumen de mi viaje por tierras soviéticas, un viaje que me ha servido para tachar un par de cosas en mi lista de cosas que hacer antes de morirme, y estar a punto de morir (que trancazo me cogí, se oían mis tosidos desde Vladivostok).

Atentamente, Alfonso.

PD Os dejo tres imágenes, he titulado la primera “Ánimo que aún podemos” la segunda la he llamado “Golpe bajo” y la tercera “Héroe nacional”
PDD Tras la eliminación de champions ya sólo me quedan los puristas y no hay crónica deportiva!
PDDD He cambiado mi foto de perfil por una que me traerá problemas…

3 comentarios:

Akuma dijo...

La envidia me corroe...

El puto buhigas no actualiza el blog, será...

Anónimo dijo...

jaja muy guay fons!! aunque no especificas qué cosas has tachado de tu lista.. excepto la de acerte la foto en la plaza roja con la botella y el gorro
a ver si ésta semana sigo posteando, es que éste finde he estado x suiza....
borja

Anónimo dijo...

alma de cantaro, contesta al mail

irene.-