De purismo, nieve y comunismo.

Días de Vodka

Hola amigo de lo desconocido, ruego disculpes que mi tardanza al escribir pueda haber entrado en conflicto con tu avidez de nuevas noticias y anécdotas, pero podría decirse que mis últimas semanas han sido… Moviditas.
La visita de los puristas fue seguida por un viaje a la nieve (en realidad debería decir a las montañas porque para viajar a la nieve sólo tengo que coger el ascensor) y multitud de trámites y papeleos con el objetivo de visitar a nuestra madre Rusia.
Me veo obligado, por cuestiones de tiempo a ser breve, por lo que no me quedará otro remedio que dejar el honor de diseccionar periodísticamente la visita de los puristas a mi compañero (de blog y de correrías) Borja.
En cualquier caso y si realmente deseas saber, no es necesario que tomes ninguna pastilla de ningún color, basta con que entres en el blog “Lessons of hate” (nombre probablemente sacado de la parte de atrás de un disco de trash metal finlandés) que escribe Diego (un tipo que me caía regular, pero que me ha regalado un abrigo cojonudo y por lo tanto, ahora, respeto).
En cualquier caso me gustaría dejar algunas perlas del gran tesoro de situaciones en que ha desembocado este viaje de los puristas al este, dando una serie de términos y frases clave (que irán apareciendo en los resúmenes del viaje con la información acerca de la situación en la que tuvieron lugar y las consecuencias que trajeron consigo).
“Ya vale”, “Vomicaca”, “Chocobanana”, “Soy asmático”, “Me lo ha tocado todo”, “Me levanto pronto y me hago unos abdominales”, “De aquí hasta allá están todas fecundadas”, “Fitness Killer”, “Ninja del amor”, “Folla beatneaks” y “Frigo pene”.
Aunque quizá estas palabras no signifiquen nada ahora trata de no olvidarlas pues os serán de suma utilidad en el futuro. Como último comentario sólo puedo añadir que ha sido, probablemente, una de las semanas más divertidas de la erasmus (sino la que más) y que Polonia es dulce con aquellos que la visitan.
En otro orden de cosas y hablando del viaje a las montañas poco que decir, sólo que las estaciones no son gran cosa y que están tan bien hechas que en algunas ocasiones para ir de una pista a otra de la estación tienes que coger el coche (esta no es la típica exageración mía, es literalmente cierto). En realidad ya no importaba, sobrevivir a un viaje de ida de unas 10 horas en una vieja tartana con ruedas, cayendo la nevada de la profecía por caminos de montaña polacos, absolutamente perdidos y sin apenas gasolina es una proeza que minimiza cualquier eventualidad posterior.
De vuelta a Varsovia pretendía escribir un bonito libro acerca de cómo 5 puristas cambiaron el curso de la historia de un país exsoviético pero diversos papeleos para el visado, y mi inminente salida hacia la patria de Kalashnikov (mañana a las 5 de la tarde sale el tren) han complicado enormemente la posibilidad de dejar constancia de lo acontecido.
Cuando esté de vuelta me reservo el derecho de corregir posibles errores en la narración de mis compañeros de viaje y, quizá, añadir algo que hayan podido pasar por alto.
Sin mucho más que decir os dejo para hacer la maleta y prepararme para el gran viaje al este que me dispongo a hacer (Kiev, Moscú, San Petersburgo, Riga).

Atentamente, Alfonso.
PD. Os incluyo un par de imágenes para ilustrar los acontecimientos, he titulado la primera “En su salsa” y la segunda “Mi resaca es más llevadera!!”.
PDD. La tercera imagen no es el típico autorretrato, quería tener una prueba de que estuve fumando un cigarrito en camiseta y gafas de sol a -17ºC (si, no es una errata, son -17)

PDDD Ánimo para un purista en especial.