Las aventuras erasmusianas de un trío de puristas

miércoles, 10 de diciembre de 2008

De mis travesías por el Benelux

Días de vodka

Hola amigo de lo desconocido, es mi deseo con esta entrada aclarar lo acontecido a lo largo de estos 5 días en Holanda y Bélgica en compañía del maligno. Como de sobra sabéis haré siempre honor a la verdad por lo que este es casi un post periodístico.
Llegué al aeropuerto de Charleroi el jueves, con una mochila cargada de ilusiones, y recibí un caluroso recibimiento del maligno (que decidió que era una buena idea que le esperara una hora en el aeropuerto, en plan bienvenida).
Por Lovaina muy bien, luego Gante (más de lo mismo) y finalmente Delft, donde se produjo “El suceso”. Habiendo bebido con los amigos del maligno (que rara suena una frase así, quizá debería cambiar amigos por secuaces), Pérez decidió que sería una gran idea marcarse un “Farruquito en Flandes” y atropelló a una ciclista (sin duda para hacer mi viaje más emocionante)(cosa que por cierto funcionó) afortunadamente a la desdichada ciclista no le sucedió nada y la noche continuó.
Sobre salir por Delft diría que es como si toda la comunidad valenciana estudiase ingeniería, así que fuimos a un garito donde nos pusieron bacalao del duro y estaba lleno de pives.
Visitamos Delft y Utrecht al día siguiente y de paso conocí los atascos de Holanda, que mucha tecnología, mucho canal, mucho puente y al final para ir de un pueblo al otro tienes que coger esa especie de M-30, que siempre está atascada (y ni siquiera está soterrada como en Madrid).
Para ver la haya el maligno decidió que era buena idea ir en bici (unos 7 km de distancia) así que pillamos bicis (con el freno en el pedal, por supuesto) y nos pusimos a dar pedaladas como unos energúmenos…
Tardamos un buen rato en llegar a la haya, por cierto, una ciudad muy bonita, y luego el maligno volvió a pensar (una semana dura para él) que ya que habíamos llegado a la haya, podríamos ir a la playa (si, lo sé, rima, es posible que mi próximo post sea un soneto). Así que nos fuimos a conocer el mar del norte, un sitio curioso donde la gente en vez de bajar a la playa tiene que subir hasta ella.
La vuelta en bici fue más dura, para empezar a poco le devuelven al maligno su medicina y le atropellan (faltó bien poco) luego en un semáforo decidió que era buena idea meter el pie hasta el tobillo en el charco de la profecía, y luego nos perdimos volviendo así que hicimos unos cuantos kilómetros más de regalo (algo que nos llenó de alegría pues no queríamos dejar de pedalear) (sarcasmo).
Tras una cenita romántica (en que compartimos el tiramisú de postre y todo) nos fuimos para casa, cansados pero contentos.
Bruselas cierra el viaje, un buen cierre, vimos el atomium (que es como los modelos de moléculas que hicimos para química, pero cien veces más grande, y sin plastilina claro…) luego el maligno dio una auténtica lección de orientación y estuvimos más de una hora dando vueltas por Bruselas, y luego a lo típico, grand place, maneken pis y un gofre que estaba tan bueno que decidí no volver a lavarme nunca los dientes.
Bueno, y ese ha sido en definitiva mi viaje por los países bajos, un lugar hostil donde las bicicletas han tomado el control, el precio de los bienes se dispara, nadie habla el mismo idioma que el de al lado y el papa noel viene de Madrid en barco…
Menos mal que les dejamos ir a tiempo.

Atentamente, Alfonso.
PD Dejo algunas imágenes que corroboran todo lo dicho, y por lo tanto las podemos llamar “prueba A”.
PDD Como hoy no he podido hablar de Polonia por mi reciente visita a los países bajos os dejo el vídeo de una gran canción, que aquí es todo un éxito de crítica y público http://www.youtube.com/watch?v=b6Gdg9hhOas en el estribillo dice “quiero hacerlo en el coche, ahora, si” (lo digo por si alguien no habla polaco, que nunca se sabe).
PDDD Puristas en la senda del triunfo! Ánimo para el partido que se avecina que es bien importante!





3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gran crónica como siempre fons. Me hubiese gustaod ver la cara del maligno mientras atropellaba al pobre ciclista...
POr cierto, qué mal rollo la 2ª foto no?? mi coche seguro que acabaría en el agua.
Nos vemos el finde que viene tio
Un abrazo
borja

Javi dijo...

Jejejeje. El maligno nunca defrauda... XD

Citoyen dijo...

Por alguna razón me he acordado de aquélla excursión en sexto de primario cuando a Juan se le reventó el plátano que llevaba en la mochila que su padre se lo había dado porque decía que"apetecía mucho". Ha sido un freudian slip