Bueno, después de ésta breve introducción voy a pasar a relataros, con la ayuda de Pezones y Bogs (http://lessonsofhate.blogspot.com/), lo que aconteció del 10 a 18 de febrero en Polonia. La idea de llamarlo We Fon Tour se la he robado a Pezones, pero como he visto que al final no la ha usado en su blog, la usaremos nosotros pues.
Como yo llegué al día siguiente, no puedo contar fehacientemente los hechos ocurridos el martes día 10, así que con permiso de Lessons of Hate (los detalles sobre el copywright se los dejaremos a nuestros abogados) voy a copiar un extracto y cito textualmente:
"Llegados al hostal nos llevamos una grata sorpresa: era limpio, nuevo, con internet, sala común, buenas duchas y lavandería gratis. Si, gratis, ni el hotel de Varadero tenía de eso y se supone que era todo incluido. Una vez instalados, Alfonso nos indicó que fueramos a su residencia a buscarle que aquella noche ibamos a tener una noche completita, y todo sin salir de un radio de 20 metros.
Cenamos una hamburguesa en un garito que parecia salido de una pelicula de polis americanos: neones rojos a cascoporro (les encantan a estos polacos...), imagenes de Nueva York por las paredes y camareras extremadamente gilipoyas (no fueron capaces ni de entender Ketchup, coño). Una vez cenados, dimos un "paseo" de 10 metros a un garito que estaba casi en la misma estructura de la residencia de Alfonso, el Redmmont (o como se escriba). Era una barra libre por 20 slotis (de nuevo, o como coño quiera que se escriba), que te daba acceso a toda la cerveza que pudieras tragar hasta las 3 de la mañana. Imagináos, una barra libre de birra por unos 4 €.
"No, no es un puti, es un restaurante señora."
Nada más entrar pudimos observar que los puertas de Madrid tienen muchísimo que aprender de los de Varsovia. Un maromo de casi 2 metros de alto y 3 de ancho nos registró meticulosamente, amén de que yo creía que me queria echar por llevar chupa de cuero. En verdad fueron problemas de comunicación (era la primera vez que teniamos charla directa con un polaco) y solo queria que me abriera la chupa para registrarme mejor... Parecia que quisiera partirme la cara, vaya idioma del demonio.
Una vez dentro comenzamos a hacer planes para el día siguiente:
Diego: He, con calma con calma que yo estoy con medicación...-Dejando una cerveza vacia en la barra y pidiendo otra a golpe de lenguaje no-verbal- Oye, yo me suelo despertar a las 9 como un clavo. Si eso me pongo a hacer ejercicio y no os despierto...
Carlos: Si, me apunto a eso.
Buhigas: Eso eso, mañana prontito que así buscamos a Borja y hacemos turismo.
-----------------------------5 litros y medio de cerveza después---------------------------
Diego: aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaarghhhhhhhhhhhhhhhhh!
Carlos:ppffffffffffffffffffffffffffffffffffffffaaaaaaa YA VALE!
Buhigas:dkkkkkkkkkkkkkkkkddddddddddddddddddd
Alfonso: Si es que os lo dije...
Saliendo a tropicones del garito, si no recuerdo mal, llegamos al hostal y nos metimos extremadamente ebrios en la cama. Bueno, no todos, Carlos durmió abrazado a su primer retrete polaco.
Qué país.
Fué un poco antes de salir del Remmont, cuando Carlos soltó una de sus perlitas que perdurará para siempre en nuestra memoria:
'' Me gustaría subirme a la cabina del dj y decir: - Puede que no me entendáis pero... ya vale,eh? ya vale-''. Refiriéndose a la cantidad abrumadora de pivones polacos que había por metro cuadrado.
Para muestra... ¡un boton!
Bueno coleguillas de lo desconocido. Eso es todo por el momento. Espero tener tiempo mañana para escribir sobre el capítulo 2: "Cómo Fitness Killer y el Ninja del Amor comenzaron a forjar su leyenda"
Asi son las cosas y así os las hemos contado.
Un abrazoo
pd: Yo también envío un abrazo muy fuerte para un purista muy especial.
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